Un rincón es, en su definición más etimológica, el punto de encuentro entre dos o más superficies en las que las líneas se encuentran, donde los caminos se cruzan y crean un espacio compartido. Pero más allá de la geometría, un rincón puede ser un refugio.
Imaginemos un rincón acogedor en nuestro hogar, un espacio donde refugiarse del bullicio del mundo exterior. Es en estos rincones donde encontramos calma, donde podemos ser nosotros mismos, y es entonces cuando este rincón se convierte en un refugio, un sitio seguro.
Cuando nos detenemos a observar un rincón, lo que realmente estamos haciendo es focalizar nuestra mirada movidos por el interés que algo, a menudo inconscientemente, nos ha producido. Al descentralizar la mirada alimentamos la curiosidad y la capacidad de observar y empezamos a descubrir detalles que, de lo contrario, podrían pasar desapercibidos. Un rincón puede ser un detalle sutil, un recuerdo lejano que, aunque menor, tiene el poder de transformar nuestra percepción por completo y descubrirnos un mundo. Es una invitación a explorar lo que está fuera del foco principal, a descubrir historias ocultas y a apreciar la belleza en lo inesperado.
Exposición del 12 de diciembre de 2024 al 19 de enero de 2025 en el Centro Cívico El Coll – La Bruguera,
Barcelona.